Roberto Alaiz abrió a lo grande la temporada de verano de 2015. El leonés mejoró su marca personal en los 3.000 metros obstáculos en su estreno en Eugene y lo hizo a lo grande, rebajando en casi cinco segundos su mejor registro. El leonés fue noveno en una prueba de la Diamond League con un tiempo de 8:19.85 que supone mínima para el Mundial de Pekín de 2015 y los Juegos Olímpicos de Río 2016.
En su prueba tener la mínima no supone asegurarse la plaza. En España el nivel de los 3.000 metros obstáculos hace que todos los años haya más atletas con mínima de los tres que puede llevar un país a esa prueba, pero lograr la marca exigida a las primeras de cambio le permitirá poder planificar el resto de la campaña veraniega para llegar al Campeonato de España, que será donde se jueguen las plazas, en el mejor momento posible, sin tener que hacer otro pico de forma para conseguir la marca en una prueba como los 3.000 metros obstáculos que no se programa en tantas competiciones como otras pruebas de fondo.
Después de un invierno sin la guinda de estar en el Europeo en pista cubierta por el accidentado Campeonato de España que vivió en Antequera, el pupilo de Villacorta estuvo entrenándose en el altiplano de Kenia. Estados Unidos era el escenario de elegido para el debut en una prueba en la que estaban gran parte de los mejores especialistas mundiales. No pudo ir mejor el estreno, Roberto Alaiz aguantó en el grupo de atletas que iban a la espalda de los cuatro africanos que peleaban por lograr la mejor marca mundial del año y tras ellos el leonés con otros seis compañeros de viaje que bajaron de los 8:20, un registro de nivel internacional que en anteriores temporadas se le había escapado al leonés por no haber encontrado un mitin en el que sacar partido a su buen momento de forma.