La gimnasia rítmica parece estar empeñada en parecerse cada vez más al boxeo, un deporte en el que cuando peleas en casa de tu rival, o lo tiras a la lona o sabes que el árbitro va a levantar su mano sin que la vergüenza sonroje su rostro.
Sara Llana competía en casa de su rival en la lucha por el oro más importante del Campeonato de España que se disputaba en Valencia y que acabó en el cuello de Polina Berezina ante la ausencia de Natalia García.
Cinco platas, las cuatro de cada uno de los ejercicios y la de la general supieron a poco, pero es lo que toca en un año que sería para arrojar la toalla y centrarse en sus estudios universitarios si no fuera porque a la pupila de Ruth Fernández es muy complicado frenarle su moral y trabajará para que un día se conjuguen méritos y justicia. Sólo es cuestión de tiempo.
A falta del oro de Sara Llana, la encargada de proclamarse campeona de España de la expedición del Club Ritmo fue Olatz Rodríguez. Sin Paula Serrano, ausente por lesión, a la de Villasabariego le tocó defender la calidad de la cantera leonesa y lo hizo superando a todas las demás rivales de su categoría, la júnior, para conseguir un oro que tratará de acompañarlo de alguno más en las finales por aparatos del domingo en las que también estarán Sandra García y Andrea Fernández, que acabaron cerca de las medallistas en categoría alevín.