Una hora y media le ha costado al Abanca Ademar entrar en juego en este año nuevo. Una hora mala en Logroño y casi el primer tiempo entero frente al Anaitasuna en el estreno en casa en 2019 hacía temer lo peor a los aficionados que se dieron cita en el Palacio de Deporte sde León para asistir al encuentro contra el Anaitasuna.
Por suerte los de Guijosa esta vez sí despertaron a tiempo, pero no fue hasta que el descanso estaba a la vuelta de la esquina cuando empezaron a ser el equipo que siempre es sólido y solvente en casa. Fueron 24 minutos de juego sin la chispa habitual, sin contraataques, con una defensa demasiado endeble que dejaba vendido a Nacho Biosca. Muchas facilidades que aprovechaban los pamplonicas para colocarse cuatro goles arriba en el tanteador (7-11). Quedaban seis minutos para el intermedio y el Abanca Ademar no emitía señales positivas, pero dos paradas de Biosca permitieron correr a los ademaristas y equilibrar el choque hasta endosar a los visitantes un parcial de 6-2 que dejaba claro que el Abanca Ademar estaba de vuelta.
Había que confirmarlo a la vuelta del vestuario y los de Guijosa no dejaron lugar a las dudas. El Anaitasuna no bajaba el ritmo y conseguía en los primeros minutos del segundo tiempo que la ventaja ademarista no creciera, pero la sensación que quedaba era de ser tan sólo cuestión de tiempo y con unos minutos espléndidos de Rodrigo Pérez el equipo local fue ampliando su renta hasta colocarse cuatro por encima en el ecuador de la segunda mitad.
No se le podía escapar al equipo la victoria y no se le escapó. El Abanca Ademar mantenía su intensidad defensiva y en ataque todos colaboraban, hasta el canterano Robles que se dio el gusto de colaborar a la cómoda victoria ademarista en un día que sirvió para que Jaime Fernández cumpliera los 100 partidos en la Liga Asobal con el Abanca Ademar y para que los cadetes de la cantera del Ademar que se proclamaron campeones de España con la selección de Castilla y León hace un mes recibieran el homenaje del club antes del encuentro.